Hay una reveladora historia de un monje que vivía
En el desierto egipcio y al que las tentaciones
Atormentaron de tal modo que ya no pudo soportarlo. De
Manera que decidió abandonar el cenobio y marcharse a
Otra parte.

Cuando estaba calzándose las sandalias para llevar a
Efecto su decisión, vio, cerca de donde él estaba, a otro
Monje que también estaba poniéndose las sandalias.

“¿Quién eres tú?”, preguntó al desconocido.

“Soy tu yo”, fue la respuesta. “Si es mi causa por lo
Que vas a abandonar este lugar, debo hacerte saber que,
Vayas adonde vayas, yo iré contigo”.

     Un paciente, desesperado, le dijo al psiquiatra: “Vaya adonde
     Vaya, tengo que  ir conmigo mismo… ¡y eso lo fastidia todo!”

     Tanto aquello de lo que huyes como aquello por lo que
     Suspiras está dentro de ti.