La santidad, como la grandeza, es espontánea.

Durante treinta y cinco años, Paul Cézanne vivió en el
Anonimato, produciendo obras maestras que regalaba o
Malvendía a sus vecinos, los cuales no siquiera barruntaban
El valor de aquellos cuadros. Tan grande era el amor que
Sentía por su trabajo que jamás pensó en obtener el
Reconocimiento de nadie ni sospechó que algún día sería
Considerado el padre de la pintura moderna.

Su fama se la debe a un marchante de París que tropezó
Casualmente con alguno de sus cuadros, reunió algunos
De ellos y obsequió al mundo del arte con la primera
Exposición de Cézzane. Y el mundo se asombró al
Descubrir la presencia de un maestro.

Pero el asombro del maestro no fue menor. Llegó a la
Galería de arte apoyándose en el brazo de su hijo, y no
Pudo reprimir su sorpresa al ver expuestas sus pinturas. Y
Volviéndose a su hijo, le dijo: “¡Mira, las han enmarcado!”