Un domingo por la mañana, después de misa, se fueron
    Dios y San Pedro a jugar al golf. Salió Dios en el primer
    Hoyo con un poderoso golpe, pero la bola se desvió hacia
    El “rough”, fuera de la calle.

    Sin embargo, en el momento en que la bola iba a tocar el
    Suelo, salió un conejo de detrás de un arbusto, atrapó la
    Bola entre sus dientes y corrió con ella hacia la calle. De
    Pronto, un águila se lanzó en picado, enganchó al conejo
    Con sus garras y salió volando hacia el “green”, soltó la bola, que fue
    Rodando y entró en el hoyo.

    San Pedro, visiblemente molesto, se volvió hacia Dios y le
    Dijo: “¡Ya está bien! ¿Has venido a jugar al golf o a perder
    El tiempo?”  

¿Y qué me dices de ti? ¿Prefieres entender y jugar el juego de
La vida o perder el tiempo con milagros?

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Algunas cosas es mejor dejarlas como están:


    Un animoso joven que acababa de obtener su diploma de
    Fontanero fue a ver las cataratas del Niágara. Y, tras
    Examinar el lugar durante un minuto, dijo: “Creo que
    Podré arreglarlo”.