Poema IL
El sabio no tiene un espíritu propio,
Pues hace suyo el espíritu de los demás.
Es bueno con los buenos
Y también con quienes no lo son.
Así obtiene la virtud suprema.
Es leal con los leales
Y también con quienes no lo son.
Así obtiene la lealtad suprema.
El sabio es simple y humilde
Aunque en el mundo reine la confusión.
Los deseos que agitan al pueblo
Le inspiran condescendencia.
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