Los 10 mejores productos naturales que

llevarse de vacaciones

  1. Helicriso. Potente antihematoma y anticoagulante, resulta eficaz en el tratamiento de moratones y facilita la cicatrización. Ahora bien, lo mejor es utilizarlo sólo ocasionalmente y limitándolo en mujeres embarazadas y niños pequeños. Tampoco debe utilizarse en caso de seguir un tratamiento anticoagulante.
  1. Eucalipto citriodora. Antiinfamatorio y analgésico, alivia en caso de dolor muscular y tendinitis. Es además un gran repelente si se usa en difusor.
  1. Menta piperita. La Mentha × piperita es estimulante y refrescante, combate el mareo, las náuseas, las digestiones pesadas, el dolor y la picazón. Se desaconseja en mujeres embarazadas y en período de lactancia, así como en personas con epilepsia y en niños menores de 7 años.
  1. Árbol de té. Antibacteriano y antiviral de amplio espectro, puede utilizarse en todos los casos de infecciones otorrinolaringológicas (ORL), dentales o cutáneas.
  1. Espliego. Es calmante del sistema nervioso, relajante muscular, antiséptico y un gran analgésico en caso de tensión nerviosa, náuseas, contracturas musculares, heridas en la piel, migrañas… 
  1. Aceite vegetal. Para diluir los AE y mantener la piel bien hidratada. Puede optar por aceite de jojoba, de argán, de caléndula, de árnica, de oliva… 
  1. Carbón activado. También llamado “carbón activo”. Muy útil para combatir los problemas digestivos e incluso las intoxicaciones alimentarias. 
  1. Polvo de arcilla verde. En caso de herida, rocíelo sobre ella si no dispone de agua para limpiarla. Además, alivia el malestar estomacal.
  1. Un bote de gel de aloe vera. Muy práctico para reparar la piel en caso de insolación, quemaduras, irritación o picazón, así como para hidratar el cabello.
  1. Espray de propóleo. Capaz de detener inmediatamente el dolor de garganta y la tos.

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Calcio y huesos sólidos: la gran

intoxicación

Sigue estando muy arraigada la idea (errónea) de que la leche y los suplementos alimenticios de calcio son útiles en caso de osteoporosis o para prevenir el riesgo de fracturas.

Es cierto que los huesos están formados por calcio, pero además tienen fosfato, agua, colágeno y otras proteínas. Asimismo, no debemos verlos como una pared que es posible reforzar simplemente añadiendo más “material” cálcico. Esto es lo que confirmaron unos investigadores neozelandeses tras recopilar 60 estudios que habían analizado el efecto en la densidad de los huesos del aumento del consumo de calcio (a través de productos lácteos o de complementos alimenticios). Los resultados fueron concluyentes: consumir más calcio no tiene ningún efecto ni en la densidad ni en la solidez de los huesos.

Por tanto, los huesos necesitan calcio en cantidades nutricionales (800 mg diarios) y aportar de más no sirve de nada. ¿Qué es lo que influye entonces? Pues un correcto nivel de hormonas y la práctica de ejercicio.

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