Elaboran el primer mapa genético del

trastorno por déficit de atención e

hiperactividad (TDAH)

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que afecta a cerca del 5% de los niños y al 2,5% de los adultos, se caracteriza no solo por ese déficit, sino también por limitar las habilidades personales y sociales. Según estudios previos, todo indica que en este trastorno influyen factores ambientales (toxicológicos, psicosociales, etc.), aunque su base es principalmente hereditaria (en un 75%). Esa importancia de la genética en el TDAH ha sido ahora confirmada por una nueva investigación, que además ha identificado una decena de genes específicos que contribuyen a la vulnerabilidad del trastorno.


Se trata del mayor estudio  realizado hasta la fecha sobre el TDAH y se centra de hecho en el papel que tienen en el trastorno las variantes genéticas frecuentes en la población general, revelando que su peso es del 21% en el total de la genética del TDAH. Entre los fragmentos identificados destaca el gen FOXP2, con un papel destacado en la formación de las sinapsis (interconexiones neuronales) y el aprendizaje, y el SEMA6D, que también podría tener un papel relevante en las ramificaciones neuronales.


Se comienza así a definir de forma más concreta el panorama genético del TDAH, lo que sirve además para revisar la posible base genética compartida con otras enfermedades como la depresión o el insomnio. Por ello, los investigadores que han participado en el estudio resaltan la importancia de impulsar estudios a gran escala para explorar el papel de los genes en las enfermedades complejas del cerebro.

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Entrenar la memoria para frenar la

demencia

La demencia afecta cada vez a más personas en el mundo, pero frente a su tipo más estudiado, la enfermedad de Alzheimer, no existen en la actualidad tratamientos que detengan su avance. Por ello, las investigaciones ponen especial hincapié en definir estrategias de prevención, con el objetivo de retrasar su aparición. En este sentido, un estudio establece que el entrenamiento de la memoria presenta importantes beneficios en las personas mayores con deterioro cognitivo subjetivo (DCS), lo que podría retrasar la llegada del alzhéimer. El DCS, relacionado con la depresión, los síntomas afectivos y la ansiedad es, de hecho, un factor de riesgo. Es decir, que ejercitar la memoria no solo protege contra esta enfermedad, sino que dicha protección es incluso mayor en personas con deterioro cognitivo.


Para ello estudiaron el comportamiento de 66 personas mayores, de los cuales 35 tenían DCS. Estos realizaron tareas de comprensión de oraciones y denominaciones en dos momentos: al inicio del estudio y seis meses después, tras haber completado un programa de entrenamiento cognitivo.


Los resultados finales mostraron un beneficio mayor en el grupo con deterioro cognitivo subjetivo que en los mayores que conservaban intacta su capacidad cerebral. Entre estos últimos, además, los beneficios más altos se produjeron en aquellos que presentaban un peor funcionamiento y baja capacidad de memoria antes del entrenamiento. Todo esto sugiere que el ejercicio de la memoria para retrasar el deterioro cognitivo es más eficaz cuanto antes se ponga en marcha.

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